Docencia

Mi experiencia como alumno estuvo llena de contrastes. Desde clases en las que perdía el hilo a los pocos minutos, hasta clases en las que el tiempo era un suspiro. De las segundas aprendí, y disfruté, como trabaja un verdadero docente. Las primeras, una vez perdido el hilo, las dedicaba a pensar cómo daría yo la clase para evitar perder a los alumnos tan pronto, fomentando así mi interés por la docencia. Tras una breve experiencia docente universitaria, (creo) haber aprendido que la enseñanza es una relación bilateral en la que ninguna de las dos partes puede suplir a la otra. Sin embargo, estoy plenamente convencido de que es responsabilidad del docente extraer el máximo potencial del alumnado con el que trabaja, pues es el docente, y no el alumnado, quien tiene la capacidad de adaptar las clases.